Por:
Alex Rodríguez
La experiencia de Dios permite plantear ideales de vida. Los ideales son engranajes que llevan a construir una vida con sentido. Nuestra existencia toma sentido a partir de ideales que son alcanzados por el esfuerzo de la voluntad y la gracia que recibimos de Dios.
Nuestros ideales son un proceso dinámico condiferentes matices según la época o circunstancia de la vida. No son los mismos en la juventud que en la edad adulta. Cada etapa de nuestras vidas tiene su propio porcentaje de ideales. Los ideales nos ponen en movimiento, exigen sacrificio, implican una labor cuya finalidad es convertirlos en realidad.
Uno de los dramas que debemos evitar sufrir es carecer de ideales, no tener aspiraciones. Se afirma que nada esmás frustrante que fracasar en la realización de los propiosideales. No podemos negar que una experiencia de estanaturaleza no es agradable, pero forja carácter espiritualy nos deja grandes lecciones para la vida.
Los ideales llenan de contenido a la persona cristiana.Todos los seres humanos necesitamos hallar una razón porla que vivir, luchar, entregar las fuerzas. La realización delideal genera una experiencia de gratitud hacia Dios, generaemociones positivas, que refuerza nuestra personalidad.
Dios nos ha creado como seres de aspiraciones. No bastacon dormir, beber, comer; aspiramos a hacer de nuestravida algo agradable y digno. Pidamos a Dios en este 2019 que nuestros ideales se unan a su propósito divino.Abrazos y bendiciones.
Mira este y otros artículos más aquí