¡Descarga aquí!
¡ASPIREMOS A LA CIUDAD DE ARRIBA!
El Señor Jesús nos dijo que busquemos primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura; y san Agustín, en su escrito sobre las dos ciudades, dijo que «el verdadero amor de Dios no estará contigo si prevalece en ti el amor al mundo. Estate muy pegado al amor de Dios para que, así como Dios es eterno, tú también vivas para siempre». Y es que nosotros fuimos creados para la eternidad, pero esa eternidad tiene dos caminos, para que cada uno elija uno de los dos, no se pueden elegir los dos al mismo tiempo: el primero es el de la eternidad con Dios (salvación), y el segundo es eternidad sin Dios (condenación). Ambos son eternos.
Puedes continuar leyendo nuestro editorial en el siguiente, haciendo clic aquí