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¡OTRA VEZ LA ONU!
En el pasaje evangélico de las tentaciones de Jesús en el desierto por el demonio, el evangelista san Lucas concluye señalando que el diablo, al ver que no pudo hacer caer al Señor en sus trampas, se apartó de Él hasta el momento oportuno. ¡Y es que el diablo no se da por vencido! Se retira, pero no desaparece. Se retira a preparar la siguiente estrategia de ataque para hacer caer a su víctima y poder apartarlo del camino de Dios y de su voluntad. Por esto es por lo que en el diablo se resalta que tiene astucia, mas no poder. Con su astucia nos engaña para hacernos caer; nos envuelve con sus palabras encantadoras, como lo hizo en su momento con Eva al presentarle de manera apetitosa el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
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