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LA IGLESIA ES SACRAMENTO DE SALVACIÓN.
El Credo contiene todo cuanto nosotros debemos y tenemos que creer. Por eso también se le llama «símbolo de nuestra fe». Cuando rezamos el Credo, decimos: «Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica». Esto es lo que se conoce como las «notas de la Iglesia». La palabra Iglesia viene del griego antiguo «Ekklesia», que significa «asamblea». Por lo tanto, la Iglesia es la asamblea de los creyentes en Dios.
Dios, en el Antiguo Testamento, hizo una alianza con el pueblo de Israel. Pero, ya en el Nuevo Testamento, al cumplirse la promesa de Dios en su Hijo Jesucristo, éste renovó y estableció de una manera definitiva la nueva alianza, no ya con un pueblo en específico, sino fundando el Nuevo Pueblo de Dios, que es la Iglesia: «¿Quién es mi madre, mi hermano y mi hermana?, preguntó. Todo el que escuche mis palabras y las ponga en práctica, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre». Es decir, que el parentesco con Cristo ya no será por la sangre, sino por la gracia del Espíritu, recibido en el bautismo. Y esta será la nueva familia de Dios, una familia más amplia y espiritual: la Iglesia, que abarcará no ya a un pueblo, sino a toda la humanidad. Por eso es Iglesia Católica, es decir, Iglesia Universal. Debido a esto es que Cristo dijo que «donde dos o más se reúnan en su nombre, él estaría en medio de ellos».
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