Por: Salvador Gomez
«Decía a todos: si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame». (Lc 9, 23)
Con estas pocas palabras San Lucas resume las cinco condiciones que Jesús ponía
a los que querían ser sus discípulos y estas palabras son las mismas para los discípulos de hoy; meditemos brevemente sobre cada una de ellas.
1. SI ALGUNO QUIERE:
Jesús nos llama pero no nos obliga a seguirlo, la decisión de seguir a Jesús es un acto libre y voluntario que cada uno en determinado momento hemos tenido que realizar ; si oramos, leemos la palabra, vamos a la eucaristía, nos confesamos, ofrendamos y servimos en la iglesia, es por una decisión personal y libre que hemos tomado , por lo tanto nos debemos esperar a que alguien nos motive , anime o empuje para hacerlo , cada vez que realizamos unos de estos actos es porque hemos decidido escuchar con un corazón nuevo y recto , el llamado de maestro que nos invita a seguirlo y decidimos hacerlo libremente.
2. NIÉGUESE A SÍ MISMO:
Esta condición tiene dos significados
– Decido actuar y no construir mi vida tomando en cuenta los criterios y los valores de Jesús porque «no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo. No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo». (Evangelli Gaudium #266)
– El llamado es personal pero no solitario, hemos sido llamados a formar parte de una nueva familia que es la iglesia, de ahora en adelante mi seguimiento a Jesús es a lado de mis hermanos a quienes tengo que aceptar, amar, servir, perdonar y pedirles perdón cuantas veces sea necesario.
3. TOME SU CRUZ:
Es un llamado a asumir la responsabilidad que cada uno tiene, a hacer el mejor esfuerzo a realizar la mayor entregar llegar al sacrificio si fuese necesario hasta el martirio ya que «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos». (Jn 15, 13)
Esta decisión libre y personal de llevar mi cruz, me libra de criticar la falta de entrega, servicio de los otros, yo hago mi mejor esfuerzo sabiendo que «cada uno lleva su propia carga». (Ga 6,5)
«¿Quién eres tú para juzgar al siervo ajeno? Pero tu ¿Por qué juzgas a tu hermano?, así pues, cada uno de ustedes dará cuenta de si mismo a Dios». (Rm 14,4-12)
4. CADA DÍA:
La entrega debe ser libre, generosa y sobre todo constante, cada día significa una actitud de constancia, permanecía, con la que respondemos a Jesús que nos dice «Yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo» (Mt 28,20) Lo que Jesús espera que respondamos diciendo: «Jesús yo también decido estar cada día contigo».
Muchas personas realizan actos de bondad, caridad, servicio, de heroísmo, más los discípulos de Jesús estamos llamados a vivir en una actitud de entrega de lo que somos y tenemos al servicio de Dios y de nuestros hermanos, estamos llamados a una entrega 24/7 en los días de abundancia o escases, de salud o enfermedad, de alegría o tristeza, es decir a Jesús y a tus hermanos «Puedes contar conmigo siempre».
5. SÍGUEME:
Es la opción fundamental de nuestra vida de discípulo, Jesús es el maestro al que queremos escuchar, el señor al que queremos servir, la vida que queremos vivir, el camino que queremos seguir hasta el final. El nos dice «El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras nunca pasaran» (Mt 24,35) y nosotros los que queremos ser sus discípulos decidimos amarlo, seguirlo y servirlo hasta el final, aunque las personas o circunstancias cambien «nuestros ojos están fijos en el que es el que inicia y consuma nuestra fe» (Heb 12,2)