En julio 25 al 28 de 1963, se celebra el primer cursillo en la Diócesis de Santiago, dirigido por un equipo que viene de Santo Domingo. Previamente, algunas personas de Santiago, pocas, habían asistido a algunos de los primeros cursillos celebrados en Santo Domingo. Los primeros 5 cursillos de la Diócesis de Santiago, todos celebrados durante La segunda mitad del ano 1963, fueron dirigidos por equipos dirigentes procedentes de Santo Domingo.
A partir del cursillo No.6, a iniciativa de Monseñor Hugo Polanco Brito y bajo la dirección del Padre Panadero, se Integra el primer Secretariado Diocesano de Santiago. Su primer presidente fue el señor José Disonó, y su primer tesorero el señor Juan Tomas Checo, quien ha permanecido en dichas funciones durante todos estos 24 años y aún sigue desempeñando la misma función con encomiable entusiasmo y responsabilidad. Simultáneamente surge el primer equipo de Dirigentes de nuestra Diócesis, y deja de hacerse necesario que vengan los hermanos de Santo Domingo.
Durante los 12 meses siguientes se celebran 16 cursillos en nuestra Diócesis, siempre en locales prestados que generalmente no eran los mas adecuados: Seminario San Pío X de Licey, Seminario Menor MSC en San José de las Matas, Colegio de la Salle en Santiago, Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Santiago, Colegio Santa Ana en Santiago, Colegio San José en Puerto Plata, Colegio Loyola en Dajabón, Parroquia de Hatico en Mao, Colegio de Religiosas en Montecristi, Santo Cerro en La Vega, etc. Cuando se suspendieron los cursillos en abril 1965 por causa de la revolución que sacudió nuestro país, ya la Diócesis de Santiago había celebrado un total de 29 cursillos.
Poco después de reanudarse la celebración de cursillos, a finales de 1965, fue colocada la primera piedra para dar inicio a la construcción de nuestra casa de cursillos en La Herradura, La cual fue inaugurada en junio de 1966 con la celebración del cursillo No.43, el cual tuvo la particularidad de que todos los dirigentes que integrador) el equipo ya eran Rectores en el Movimiento. Cumplimos con el deber de recordar algunas de las Instituciones y personas que contribuyeron muy generosamente en la construcción de nuestra casa de cursillos; Ayuntamiento de Santiago, Modestico Arostegui, José Ma. Hernández y esposa, Leoncio Blanco D., J. Armando Bermúdez (Poppy), Ing. Rafael Arzeno, quien dirigió la construcción gratuitamente, J. Bautista Castro, otros que escapan a nuestra memoria, y un sin numero de cursillistas que prestaron su tiempo y esfuerzo sin remuneración: albañiles, electricistas, carpinteros, etc.
A partir del cursillo No.43, casi todos los cursillos han sido celebrados en La casa de La Herradura. Las Escuelas de Dirigentes crecieron, tanto de hombres como de mujeres. El Secretariado se renueva cada año a finales de junio de cada año (el domingo más próximo a la fiesta de San Pedro y San Pablo) celebramos la Ultreya Diocesana, con asistencia multitudinaria cada año y proveniente de todas las parroquias de la Diócesis.
Desde hace varios años, en Santiago se celebra el primer martes de cada mes una Ultreya arquidiócesana para todos los cursillistas de la ciudad de Santiago. Con bastante frecuencia se celebran convivencias en distintas comunidades parroquiales, con asistencia de algunos Dirigentes. Con la ayuda de Dios, y la colaboración generosa y los sacrificios de muchos hermanos hemos llegado al cursillo No. 367, que significa un total de alrededor de 16,000 participantes en toda la arquidiócesis. Y creemos que, así como el Señor nos ha ayudado a superar las diversas crisis y problemas que se han ido presentando con el correr de los arias, el también seguirá impulsando este Movimiento que todavía puede ofrecer mucho en favor de la Evangelización, de la conversión de muchos y del crecimiento de nuestra Iglesia.