Monseñor Víctor Masalles: “Si la Iglesia no llega a los jóvenes, va a tener problemas”

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Fuente: Diario Libre

SANTO DOMINGO. Monseñor Masalles era todavía el padre Masalles cuando se inventó el “Yo Me Quedo”, eslogan/movimiento con el que invitaba a los católicos a celebrar una Semana Santa en su sentido plenamente religioso. El carnaval caía en plena Cuaresma, los paquetes hoteleros se agotaban y la Semana Santa definitivamente era la temporada de playa oficial. Funcionó. Si lo hubiera patentado hoy, estaría obligado a ponerle un # delante…

La Semana Santa de 2017 lo encuentra en Baní, ya como Obispo, y lejos queda aquel sacerdote joven que pasó sus primeros cinco años de “profesión” en Capotillo, en la calle Respaldo 8 No. 26 de El Caliche. Después pasaría ocho años en Roma. Se le tiene como el portavoz de la postura de la Iglesia Católica ante temas tan espinosos como el aborto y la ideología de género (“que no es la ideología feminista”, aclara) aunque confiesa que es más por obligación que por afición al conflicto.

¿Qué espera de esta Semana Santa? ¿Cómo la está preparando?

Particularmente yo… en Baní. Por años trabajé en una zona acomodada donde la costumbre es salir de vacaciones, coger un avión. Por eso, desarrollé una estrategia que pegó mucho: “Yo me quedo”. Llega a 25 parroquias… ¡hasta a México! De hecho la capital queda vacía. Ahora la pregunta es ¿en Baní yo me quedo? ¿quién es que se va? Nadie se va. Yo espero captar la atención de muchos jóvenes, porque los jóvenes –por lo menos en el mismo Baní- no tienen la costumbre de ir a la iglesia, a misa y menos en Semana Santa.

¿Centra su trabajo en recuperar la presencia de la juventud en la iglesia?

Me preocupa mucho la juventud y a nivel sacerdotal, el seminario menor y los jóvenes. Es que si la Iglesia no llega a los jóvenes, va a tener problemas. Ya los tiene. No hablamos de una empresa que tiene que buscar mil empleados y los consigue. Ni los sacerdotes, ni los seminaristas ni los jóvenes son un “material disponible” de un momento a otro.

Si el Papa Francisco ha generado un cambio en la Iglesia… ¿cuál sería?

Al menos visiblemente, ha mostrado una Iglesia más cercana. Eso ha sido un boom, ¡lo esperaba tanto la gente! Porque si bien es cierto que el Papa Juan Pablo II llegaba a los jóvenes y a las multitudes, les llegaba como orador y con gestos, pero no eran gestos cercanos. Los de Francisco ya son notables.

Después ha comenzado a reorganizar los dicasterios… Está tratando de eliminar una parte de la burocracia –no se puede eliminar todo-. Otro de los aportes es el saneamiento económico, porque había cuentas que independientemente de que no fuesen utilizadas para lavar activos, se prestaban a eso y no respondían a los estándares europeos del control, el manejo, la transparencia.

Después… si la Iglesia ha tenido un cambio revolucionario, real y efectivo, no estoy seguro de que lo haya hecho, pero sí notables cambios.

El silencio de la Iglesia

La Iglesia Católica ha estado ausente en algunos procesos. Ha hecho silencio en momentos que debía ganarse el respeto de la sociedad en el manejo de algunas situaciones que podía haber manejado mucho mejor. Y algunas se han manejado muy, pero muy mal.

La Iglesia siempre va despacio…

No es lo mismo una lanchita que un portaaviones. Mover un portaaviones cuesta trabajo, pero una lancha puede hacer todo el zig zag que quiera. Ese es el peso de tener más de mil millones de personas arriba, pero el Papa es un hombre mediático. No sé cuánto durará eso, no estoy seguro de que siga con el mismo frescor con el que comenzó, pero definitivamente el Papa Francisco ha entrado en la percepción de la gente. El daño que se le hizo a la Iglesia muchas veces era a través del manejo de las percepciones. Él ha disuelto la percepción negativa, ¡no todo era negativo!

¿Tiene la Iglesia Católica un problema de imagen?

Con la mala prensa. O quizá la Iglesia no se protegió, no se cuidó de comunicar adecuadamente. El Papa Francisco ha desarrollado una plataforma nueva que ciertamente facilita mucho la comunicación.

¿Cree que la Iglesia Católica ha perdido peso en la sociedad dominicana?

Credibilidad. Estoy seguro de que la consideran figura de respeto ganado a la fuerza o ganado por la autoridad, pero como institución ha estado ausente en algunos procesos. Ha hecho silencio en momentos que debía ganarse el respeto de la sociedad en el manejo de algunas situaciones que podía haber manejado mucho mejor. Y algunas se han manejado muy, pero muy mal.

¿Siente que hay una fuga de católicos hacia cultos evangélicos?

No creo que sea excesiva, la hubo muy grande en los años 70-80 y a mediados de los 90 y esto obedeció a una estrategia pensada por Estados Unidos. Había un plan para disminuir la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad y se utilizó la promoción de iglesias protestantes y eso les dio una gran fuerza, una gran llegada a América Latina entera. Era muy común ver personas en los años 70 y 80, que se metían a evangélicos. Ahora no; ahora como en la política, son los mismos que se mueven de una a otra. ¿Por qué? Porque la estrategia de Estados Unidos para disminuir la influencia social de la Iglesia Católica es otra.

¿Cuál?

A través de la promoción de la ideología de género y a través de las oenegés. Y esas sí son poderosas, vienen con mucho más dinero que con el que llegaron las sectas y las iglesias protestantes. Estas vienen con un plan estratégico y todo bien planeado. Todo este plan implica un proceso de descrédito de la Iglesia Católica, difamación, y ahora de verdad que lo hay. Reconozco que la Iglesia tendrá fallos, pero hay una difamación brutal. Por eso nos dan tan duro cuando dicen El Papa Francisco hace esto y ustedes no. Claro, porque la percepción es que el Papa Francisco y nosotros no. Es posible que sí, que haya bastante no entre nosotros. Tampoco es todo allá. Cada uno hace lo que mejor puede, pero la percepción… Esta es la época de la percepción y lo que importa es lo que la gente cree. De hecho, eso es lo que da el poder: la percepción.

Ideología de género

Ha puesto el tema la ideología de género, algo que la Iglesia Católica rechaza de pleno.

La ideología de género viene de lo que se llamaría el feminismo radical fusionado con el marxismo en los años 60-70, donde se pasó al planteamiento marxista. La ideología del género entiende que el género es algo que se construye socialmente. Esa es la tesis que se ha propuesto, nace en Estados Unidos y llega a Europa e intenta llegar a América Latina. De esa manera el género forma parte de un nuevo planteamiento: los problemas ya no lo son y el problema político ahora es el género, que pasa a ser la principal lucha política. A nivel de educación, la ideología de género es un adoctrinamiento, entrar en los colegios y lugares de poder de influencia y desde allí plantear que el género se construye.

¿La visibilidad de la transexualidad es a su juicio parte de la estrategia?

Aparecía en Youtube, irónicamente, un alemán saludando a toda una multitud y nombraba sesenta tipo de géneros nuevos, para ridiculizar esta moda. Ese deseo de poner a las minorías en número tal que en estos momentos se impongan a las mayorías… eso no es democracia. Porque ahora también la legislación, no es solo en la educación, sino también en las leyes son tan agresivos.

Un ejemplo es el planteamiento del aborto. El aborto no se presenta, es decir ¿vamos a permitir el aborto o no? Se ha planteado una manera muy sutil cuando se dice: cuando está en peligro la madre y hay que decidir entre uno y otro, cuando hay una violación, hay un embarazo, tome tal cosa, consuma esto… Cuando hay malformaciones que nos son compatibles con la vida tome esto… Estamos hablando de menos de medio por ciento. Se ha hecho percibir a la sociedad que eso es un derecho y al final de cuentas en todos los países en donde se ha permitido el aborto no ha habido una reducción de mortalidad materna, y sí un incremento de los abortos.

En el tema de la reasignación de género ¿cuál es la solución de la Iglesia Católica?

Depende, porque no hay una fórmula. Me hablaste en general, cuando cada caso debe estar acompañado.

¿Qué quiere decir acompañado para la iglesia Católica?

Se maneja con casuística, porque esto es importante entenderlo. La reasignación de género es una negación, y esa gente está condenada, y esto no debe existir. No, no se puede vivir así tan radical, pero tampoco ahora uno puede emitir su opinión sin que sea uno “crucificado” por una opinión. En un caso si uno dice algo es homofóbico, si uno dice algo es intolerante… Le quitan la palabra a la mayoría y esto es curioso, porque esto es un fenómeno bien planeado y que ha funcionado. Claro en este caso incidió mucho que en la Iglesia Católica hubo un silencio y también poco enfrentamiento cuando empezó.

Se me encomendó desde noviembre de 2014, a mi me han dicho de todo. La mayoría de gente que dice cosas no me conoce, ni sabe cómo pienso. Nunca se han detenido a sentarse para saber cómo pienso, si soy cerrado o si soy abierto. En mi caso tengo preocupaciones más grandes que el aborto, ganas de discutir temas más relevantes, pero me ha tocado con la presión que se ha metido en el Congreso y otros lugares, me ha tocado dar la cara.

El Congreso y el aborto. ¿Cómo va a terminar eso?

No sé, este es un sistema presidencialista. Me da la impresión de que a menos de que no le convenga al Presidente… Él tomará la decisión que políticamente le convenga. El presidente ejerce influencia sobre todos los poderes –tiene todos los poderes en sus manos-. Entonces, ¿qué van a decir los senadores? Lo que diga el Presidente.

Ahora bien, el mismo Presidente en julio permitió que los senadores votaran quitándole el párrafo al Artículo 110. Y ahora de repente cuando va a pasar… hace un conteo. Y ahora está esperando a que los senadores así como dijeron SÍ todos… ahora digan NO. Y esto, la verdad que machaca una institución como el Senado. Esa es una exhibición de poder, me parece a mí. Si usted hubiera querido, usted tiene el poder, usted es el Presidente y usted podía decirle a los senadores voten así… y se acabó. Pero los puso a votar que SÍ y luego que NO. Y ellos no están contentos. Nadie se sentiría contento con parecer un ridículo públicamente.

Grandes preocupaciones

La mayoría de gente que dice cosas no me conoce, ni sabe cómo pienso. Nunca se han detenido a sentarse para saber cómo pienso, si soy cerrado o si soy abierto. En mi caso tengo preocupaciones más grandes que el aborto, ganas de discutir temas más relevantes, pero me ha tocado con la presión que se ha metido en el Congreso y otros lugares, me ha tocado dar la cara.

El discurso de la Iglesia se centra en la familia, pero en la familia tradicional: madre, padre e hijos. Las familias no son todas así, ¿qué hacemos con las que no encajan en ese retrato?

Lo primero que hay que ver qué es lo que necesita una persona. Está probado científicamente que cuando un niño nace y va a crecer, necesita de una dimensión masculina y de una femenina. Está probado que si crece sin alguna de ellas lo hace con dificultades, con carencias.

Muchas familias están rotas ¿y cuál es la solución? Hay una terapia, un trabajo que se tiene que hacer con las familias en donde hay dificultades incluso para formalizar parejas. Como el Papa Francisco decía, los jóvenes le tienen miedo al matrimonio. Hay una dificultad porque se están desarrollando jóvenes que son profesionales, pero son inmaduros…

¿Cree que hay una juventud inmadura?

Yo he tenido que negar el matrimonio hasta a cercanos míos porque no están maduros. La inmadurez es el ingrediente perfecto para destruir a la familia. Porque cuando la familia se fundamenta en un compromiso estable y maduro, eso garantiza un buen matrimonio. Es lo único que se puede sustentar. Se le llama a la familia la célula de la sociedad. No es un cliché, es así. Cuando no hay matrimonio maduro hay problemas en esa familia.

¿Maternidad subrogada?

Eso se llama cosificar el vientre. El vientre no es como esta habitación que te la alquilo, lo retiro y después me lo das. Luego, vienen los grandes problemas cuando la mujer se involucra con la criatura y tiene que entregarla. Y después, que si lo entrego o no lo entrego. O que me lo quitaron sin pagármelo. Eso pasa en América Latina, pero en Estados Unidos o en países donde la ley está muy organizada acaba la madre destruida, al tener que entregar el vientre porque no solamente es mamá por la semilla y el óvulo, sino porque lo tuvo en su vientre.

¿Hay un renacer ahora mismo de los grupos en las parroquias?

Sí, definitivamente. El Movimiento Emaús, el Movimiento Kairós que están centrados en la pareja, orientados a desarrollar matrimonios maduros. La familia no es un desastre porque los hijos no sirven –es como que el empleador dice que no sirven los empleados-, no es así. El problema es de arriba, esa es la vida de las parejas. Esa es una bendición grande porque ofrecen una gran esperanza. A nivel humano –no religioso-, yo necesito que vivan maduramente su vida de pareja. Y que si se casan por lo civil o por la Iglesia, que vivan maduramente, porque tienen la misma responsabilidad humana de sentar las bases de una pareja estable para que puedan desarrollar una familia estable. La inestabilidad de la familia viene de la ausencia de un matrimonio adecuado, de una pareja adecuada.

Barrios, pueblos

Ha iniciado la entrevista hablando de que ha trabajado en ambientes de pocas carencias materiales.

Últimamente, sí pero yo inicié mi vida sacerdotal en el Capotillo, en la Respaldo 8 No. 26, en El Caliche, ahí abajo. Ahí viví, y fueron de mis años más fecundos. Cuando me ordené, el Cardenal López Rodríguez me nombró Canciller de la Curia, y también su secretario personal. Él estaba en la Secretaría de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y viajaba mucho a América Latina. Le dije respetuosamente “le acepto la Curia en Cancillería; pero si no le molesta… preferiría vivir y trabajar en Capotillo porque lo contrario le haría daño a la identidad del sacerdote”, y él lo respetó.

Para Capotillo se fue…

Y cada año me venía diciendo este no es tu lugar, ven para allá y yo le decía aquí me quedo. Hasta que finalmente surgió la necesidad y me fui de Capotillo a Roma a estudiar. Ese fue un choque, porque mi pasión siempre fue trabajar con los barrios.

¿Y Baní? ¿Cómo ha sentido este “traslado”?

Con entusiasmo. Es necesario desajustarse, vivir desajustado. Lo peor que le puede pasar a una persona, y no digo a un sacerdote, a todas las personas, es entrar en la rutina y que no haya vida y que no haya pasión. No tengo ningún problema, tengo 55 años y estoy dispuesto a foguearme en diez o quince puestos más.

¿Y cómo es la vida de una parroquia de un pueblo?

Oh, bellísimo… Para mi Capotillo, San José de Calasanz, Baní son todas buenas porque lo que amo es el contacto con la gente. Yo soy una persona muy tímida, no se imagina, y he tenido que violentarme para salir al paso, pero lo hago y lo hago por conciencia, y la gente lo agradece. En Capotillo me inserté durante cinco años allí, la gente me lloró y a mí se me salieron las lágrimas por tener que irme de allá. Ahora, en San José de Calasanz la gente me lloró y a mí se me salieron las lágrimas porque me encariño con la gente, porque la gente es gente siempre.

¿Volvería a Capotillo?

Con gusto, de cabeza. Es difícil entrar, pero cuando uno se mete ya no es difícil. Es difícil salir. Mi tesis tenía este título “Hacia una espiritualidad de la encarnación e inserción e implicaciones para América Latina” y nació en mi experiencia en Capotillo. Insertarse no es decir aquí llego yo, insertarse es cuando te acepta la gente…

¿Y la espiritualidad de esos barrios es distinta a la espiritualidad de otras parroquias?

Muy distinta, porque las inquietudes son distintas, las preocupaciones son distintas, los estados de situación sociocultural son distintos, las frustraciones y los excesos son distintos. Las carencias son completamente diferentes.

Vivimos en sociedades que no se conocen.

Vivimos pensando que cuanto más te desarrolles mejor; mientras más dinero puedes tener, mejor; mientras más influyes en la sociedad, mejor. Tú puedes tener todo del mundo, pero aquel tiene tantos millones, y tienes que tener más; por eso tienes que hacer tres maestrías fuera y tienes que venir y demostrar que tú eres de la familia tal y que tú vales. Este tipo de competencia es terrible y abajo hay todo un mundo de sobrevivencia. Hay un mundo en el que las chicas se entregan a un jovencito de un poquito de más clase buscando que la saque de la pobreza, ella quiere salir embarazada para salir de la pobreza y lo que hace es quedar en el círculo de la pobreza. El chico sale, el chico tiene otro mundo, otras aspiraciones. Ese fue un momento para él y para ella era toda la oportunidad.

La juventud

¿Los jóvenes tienen la vida más difícil que nosotros?

Bastante más difícil.

¿Por qué?

Porque ahora mismo no basta con una carrera, tienes una carrera y puedes seguir siendo pobre. Treinta-cuarenta años atrás no era así, una persona sin carrera podía abandonar la pobreza, pero ahora puedes tener una carrera y eso no te hace nada. Y ese es el medidor, cuando tú obtienes un título universitario tu eres un licenciado, y un licenciado que vive en pobreza y tiene que salir a robar. Ahora mismo lo que hay es una sociedad con una mayor acumulación.

Una juventud que va a tener más dificultades y que es más inmadura… Eso es una bomba de tiempo.

Es que la clase pudiente vive de la ignorancia o de la inmadurez de la idiotez. O sea, necesita que el otro esté gastando su dinero en tonterías. En una sociedad como esta donde no hay conciencia ¿Cómo ha de ser mi consumidor? Entonces, lo que hacemos es producir un montón de idiotas que me compren mis productos. Imagínense lo que sale de ahí. Aquí hay jóvenes que no trabajan ni estudian y tienen un IPhone, porque el IPhone no lo pueden dejar de tener y ahí están bajando todo, ahí están chateando… Es una necesidad inducida. La inmadurez viene porque el capitalismo ha creado esas necesidades que no son reales.

Una persona que cree que necesita algo que no necesita se desarrolla de una manera inmadura –no sabe lo que necesita-. Estamos creando un capitalismo agresivo que no le importa lo que la persona piense sino que consuma y se le induce a nivel erótico, de sensualidad, visual, o sea, todo. Hay otro video muy bueno que se llama “Historia de las cosas”. Describe y desnuda el capitalismo. Nuestra sociedad hoy.

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