Por: + MONSEÑOR RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO
OBISPO EMÉRITO DE SANTIAGO
1. LA IGLESIA ES SANTA
En el Credo confesamos nuestra fe: «Creo en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica». «Sean santos, porqueyosoysanto» nosdiceelSeñor en la Carta de San Pedro Apóstol (1 Pedro 1, 14-16).
Así saludaba Pablo a los bautizados de Comunidades Cristianas:» A todos los amados de Dios que están en Roma, santos por vocación, a ustedes gracias y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo…» (Romanos, 17). «Se les llamará Pueblo Santo» (Isaías 62, 12).
La Iglesia es santa, no por una consagración externa, sino interna, porque el Dios Santo vive en ella. Somos santos, como miembros de la Iglesia, porque el Espíritu Santo, que habita en nosotros, nos hace santos, es decir, viviendo en el mundo, el Dios Santo, que vive en el cielo, nos hace también morada suya. Ser santos es buscar parecerse en todas nuestras acciones al Dios que vive en nosotros.
2. LA IGLESIA ES SANTA, PERO NO PERFECTA
Dolorosamente, seconfunde«santidad» con perfección.
Somos santos, pero no perfectos.
Si miramos la Iglesia en conjunto, encontramos miembros de ellos que alcanzaron cierta perfección. Decimos ̈cierta, o un grado de perfección ̈, porque soloDiosesperfecto. Sonlosllamados «Santos», canonizados, colocados en los altares y puestos de modelos a seguir por todos; pero estamos en ella, también, todos los demás: tenemos virtudes, valores, carismas, ejercemos ministerios, pero no hemos llegado ni a ese grado de perfección.
Pongamos unos casos: cuántos Papas han realizado servicios extraordinarios en la Iglesia, son santos, pero no han sido canonizados, no son perfectos, por eso no se les pone como «santos» en los altares. Cuántas religiosas son ejemplares, hacen labores extraordinarias, pertenecen a la Iglesia santa , pero no son perfectas y no son canonizadas como la Madre Teresa de Calcuta. Eso se puede decir de innumerables casos entre obispos, sacerdotes, diáconos y laicos casados o no. Son santos, pero no perfectos.
3. LA IGLESIA ES SANTA Y PECADORA
Esta es una de las expresiones que mejor retrata a la Iglesia y a todos sus miembros en las diferentes vocaciones y ministerios que hay en ella: La Iglesia es santa y pecadora.
Al comienzo de cada celebración de la Misa, reconocemos esta condición, cuando proclamamos en voz alta y todos juntos el «Yo con eso…que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión». Luego comulgamos, porque estamos arrepentidos y somos santos, aunque no perfectos.
Al Papa mismo lo llamamos «Santo Padre», porque lo es, pero él con toda humildad y verdad se reconoce «pecador» y se con esa con frecuencia. El Papa Francisco ha hecho célebre la frase: «Somos pecadores, pero no corruptos».
De ahí también la expresión siguiente, que aprendí ya desde mis años de estudiante de teología, basados en el principio: «Ya sí, pero todavía no».
– La Iglesia es «santa», pero todavía no es santa perfecta.
– La Iglesia es pura, pero todavía no totalmente pura.
– La Iglesia ya es, pero todavía se está haciendo.
– La Iglesia es comunidad, pero todavía se está haciendo comunidad.
Cuando se olvidan estas disyuntivas complementarias, no se entiende a la Iglesia y se la coloca injustamente fuera de su realidad.