Publicado: Jueves, 05 Junio 2014; Escrito por José Monegro.
Creyentes y no creyentes entienden a nuestro hermano FRANCISCO, obispo de Roma. Su capacidad de contacto les asombra, sus gestos, su vida testifica lo que lleva en su corazón.
Comunicador apasionado de Jesucristo, lo transmite sin timidez alguna. Es un Pastor holístico. Con su capacidad integradora va abriendo caminos en el corazón de los que le ven o escuchan.
Esta es la verdadera metanoia, los cercanos sienten la necesidad de una transformación de la Iglesia. Los alejados se sienten interpelados por ese estilo tan espiritual y humano de FRANCISCO!. Siendo así, no podía dejar de hablar del tema de la economía y desigualdad social que se vive en el sistema global capitalista. El olvido de los pobres le lleva a expresarse así: “ Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro “considerándolo como uno consigo”(sto. Tomás de Aquino,Summa Teologica).
Esta atención amante es el inicio de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cual deseo buscar efectivamente su bien. Esto implica valorar al pobre con su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe.
El verdadero amor siempre es contemplativo, nos permite servir al otro, no por necesidad o vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia.“Del amor por el cual a uno le es grata la otra persona, depende que le de algo gratis”(St.Tomás) El pobre cuando es amado, es estimado como de alto valor” y eso diferencia la auténtica opción por los pobres de cualquier ideología, de cualquier intento de utilizar a los pobres al servicio de intereses personales o políticos.
