Por:
Nathalie Romero
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Tenemos una enorme CAPACIDAD de amar y hacer el bien.
Yno me estoy refiriendo a que te «enamores en la oficina» … (bueno, si aún no te has casado… ¿por qué no? Y si ya te casaste y trabajan juntos pues, ¡vuélvete a enamorar de él o ella!), a lo que me refiero es que dentro de nuestrotrabajo diario podemos hacer algunas«mejoras» que van a ir en pro del trabajo, del compañero y de ti mismo.
El cristiano anda siempre en contrade la corriente. Lo normal es que el individualismo, el egoísmo y el orgullo manejen estos ambientes de trabajo. Común es encontrarse esta frase casi a diario: «…porque yo lo hago de tal o cual forma y yo sé lo que hago», o esta otra… «no sabes trabajar, este es un trabajo pésimo, no sirve», entre muchísimas otras situaciones que se dan.
Hoy es un buen día para sorprender a alguien haciendo algo bien y decírselo.
Y me preguntarán… ¿en qué ayuda eso a mi vida de fe?… pues te diré que te ayudatanto a ti como a tu compañero porquecuando buscas acciones o cosas positivas en los demás, dejas de fijarte en ti por unos momentos, empiezas a fijarte en los demás, a valorarlos y en ese justo momento, tu humildad crece, ya no eres el único que sabe «hacer bien las cosas», tu capacidad de abrirte a nuevas ideasse engrandece y empiezas a conformarun ambiente que no es exclusivo de tu propiedad y autoridad.
Decía Santa Teresa y muchos otros santos, que debemos ver siempre en los demás sus grandes virtudes y no sus defectos, así nosotros disminuirnos sin perder porsupuesto nuestra dignidad de hijos deDios.
«La humildad es la verdad» -SantaTeresa de Ávila.
El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión más correcta de la realidad.
«Humildad: La virtud moral por la que el hombre reconoce que de sí mismo solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios, a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios que no le pertenecen.
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección(auto humillación) en la que se dejaríade reconocer los dones de Dios y laresponsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.
Se cuenta en la vida de San Antonio Abad que Dios le hizo ver el mundo sembrado de los lazos que el demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres. El santo, después de esta visión, quedó lleno de espanto, y preguntó: «Señor, ¿Quién podrá escapar de tantos lazos?». Y oyó una voz que le contestaba: «Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria, mientras los soberbios van cayendo en todas las trampas que el demonio les tiende».
Lo que todos debemos cambiar: lasoberbia.
Por el orgullo buscamos la superioridadante los demás.
La soberbia consiste en el desordenadoamor de la propia excelencia. -Santo Tomás.
El hombre humilde, cuando localiza algo malo en su vida puede corregirlo, aunque le duela. El soberbio al no aceptar, o no ver, ese defecto no puede corregirlo, y se queda con él. El soberbio no se conoce o se conoce mal.
Donde hay un soberbio, todo acaba maltratado: la familia, los amigos, el lugar donde trabaja… Exigirá un trato especial porque se cree distinto, habrá que evitar con cuidado herir su susceptibilidad.
«El primero entre vosotros sea vuestro servidor» -Mt 23, 11. Para eso hemos de dejar nuestro egoísmo a un lado y descubrir esas manifestaciones de la caridad que hacen felices a los demás. El egoísmo ciega y nos cierra el horizonte de los demás; la humildad abre constantemente camino ala caridad en detalles prácticos y concretos de servicio. «Amor saca amor» -Santa Teresa, Vida, 22, 14. San Juan de la Cruz aconsejaba: «Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor» -San Juan de la Cruz.
AMBIENTE DE TRABAJO:
Tarea del día: SORPRENDERLES HACIENDO ALGO BIEN y comentárselo. El reconocimiento y valoración de laspersonas que trabajan a tu lado es unimpulsador positivo que incrementa tantola estima de la persona como el trabajo enequipo. Estoy convencida que el hombre NO está llamado a trabajar como isla sino como comunidad. Estas son algunas formas de decir «¡Buen trabajo!»:
• ¡Sigue así!
• Estás en el camino correcto.
• ¡Gran trabajo!
• Exacto.
• ¡Muy bien hecho!
• Estoy orgullos@ de ti.
• Has mejorado mucho.
• Estás haciéndolo mejor hoy.
• ¡Ya lo tienes!
• ¡Wow, qué mejora!
• Sabía que podías hacerlo.
• Esa es la forma de hacerlo.
• ¡Felicitaciones!
• No está mal.
• No te rindas, está quedando muy bien. • Aprendes rápido.
• ¡Correcto!
• ¡Bien por ti!
• Si lo haces una vez más, lo entenderás mejor.
• ¡Fantástico trabajo!
• ¡Mucho mejor!
Dios bendiga tu vida,
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