¡Carga tu cruz y sígueme!

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Luis E. Blanco
Cursillo #587

El evangelio es una clara enseñanza de cómo cada uno de nosotros debe aceptar y llevar su cruz. En Mateo 16, 21-27, Jesús anuncia a sus discípulos por primera vez que debe ir a Jerusalén donde padecerá y será ejecutado.

El apóstol Pedro no acepta este anuncio por que no entiende que Jesús acoge el sufrimiento y el rechazo como partes del proyecto del Padre.

Igual que Pedro, nuestra primera reacción ante el dolor suele ser negación, resentimiento, rebeldía, irresponsabilidad. Pero la cruz se nos presenta a todos de diferentes maneras y es una realidad que no podemos evitar. Así vemos familias destruidas, problemas económicos, relaciones heridas, enfermedades y situaciones diversas que causan dolor.

La buena noticia es que Jesús también nos invita a cargar nuestra cruz y seguirle porque solo siguiéndolo a Él alcanzaremos una vida plena de felicidad y paz aún en momentos difíciles. Con Jesús, aprendemos a convertir esa cruz en oportunidades para crecer principalmente en nuestro amor hacia los demás. Esto lo aprendí al hacer mi Cursillo de Cristiandad, entendí que es Jesús quien nos enseña a cargar la cruz, Él va delante de nosotros hacia la cruz, hacia la luz y el gozo de la resurrección como se lo había prometido el Padre.

A primera vista esto puede parecer un camino arduo y difícil, sin embargo, en el cursillo conocí ese importante trípode de piedad, estudio y acción que ha sido la base de mi vida cristiana. Por la piedad he enfocado mi vida a la luz del Evangelio siguiendo las enseñanzas del Maestro y he entendido aquellas palabras de Paulo VI “si queremos que el sol ilumine la estancia de nuestra alma, debemos abrirle la ventana”. El estudio me ha permitido conocer a Jesús y crecer en mi fe y amor a Él que nos guía al Padre. Como cristiano debemos actuar siendo testimonio del amor del Padre en nuestros ambientes y llevar a otros hermanos a compartir la alegría de vivir en Gracia.

Este trípode me ha enseñado que lo importante es cómo nosotros decidimos cargar la cruz y seguir a Jesús. Hoy Jesús nos dice que para seguirle debemos negarnos a nosotros mismos, cargar nuestra cruz y vivir para el cielo mientras existimos en el mundo.

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