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DE BUENOS HIJOS ES SER AGRADECIDOS
Partimos de este refrán español para hacer referencia a la actitud de agradecimiento que debe de ser una de las características de todos los seres humanos y más en nuestra condición de hijos e hijas de Dios. Y es que, una de las actitudes que Dios espera ver en nosotros es precisamente el que seamos agradecidos. Dios no nos debe nada; más bien somos nosotros los que estamos en deuda permanente con Él.
En las Sagradas Escrituras encontramos un gran número de pasajes bíblicos que nos hablan y hacen hincapié en la actitud del agradecimiento: “Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre” (Sal. 100,4); “Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con ustedes en Cristo Jesús” (1Tes 5,18); etc. Toda nuestra vida es y debe ser una continua acción de gracias a Dios, empezando por el agradecimiento por el don de la vida. Esta actitud de agradecimiento también se extiende a aquellos que nos han dado la oportunidad de ser dados a luz al mundo, nuestros padres. Reconocer el amor que ellos nos manifiestan nos debe llevar a fortalecer nuestras relaciones familiares y personales.
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