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PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LOS CURSILLOS

  1. ¿Cuál es la finalidad del Movimiento?
  2. ¿Qué se espera de un o una «cursillista» (como llaman a los que han asistido a un Cursillo), es que él o ella se propaga los valores del Evangelio?
  3. ¿Qué son los Cursillos de Cristiandad?
  4. ¿Qué pasa durante el fin de semana?
  5. ¿Habrá un seguimiento después del cursillo?
  6. ¿Qué es la Reunión de Grupo?
  7. ¿En qué consiste la Ultreya?
  8. ¿Quién puede vivir un Cursillo?
  9. ¿Cómo inscribirse para asistir al Cursillo?
  10. ¿Cuál es el papel de los padrinos?

1. ¿Cuál es la finalidad del Movimiento?

El Movimiento de Cursillos anhela encontrar en todos los ambientes — especialmente en los que están más alejados de la mentalidad cristiana — unos núcleos de cristianos que transformarán poco a poco su ambiente por la fuerza de su testimonio.

Juan Pablo II hizo recordar este objetivo el día de la Ultreya Nacional de Italia, el 24 de noviembre de 1990.

«He aquí su aporte dentro de la Iglesia: crear unos núcleos de creyentes que lleven el mensaje de salvación por todos lados, haciendo prevalecer el peso de su opinión no por imposición sino más bien por la fuerza de su testimonio».

2. ¿Qué se espera de un o una «cursillista» (como llaman a los que han asistido a un Cursillo)? es que él o ella se propaga los valores del Evangelio?.

La expresión fermentación viene de una parábola en la cual Jesús compara el Reino de Dios con la transformación del pan : «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa» (Mt 13, 33 : Biblia del Celam).

La levadura es un agente que se agrega a la masa para que levante. (La efervescencia que sigue produce las burbujas que se ven en el pan.) La expresión «fermento de evangelio» sugiere un tipo de evangelización que se hace desde el interior, por la fuerza del testimonio de los semejantes.

3. ¿Qué son los Cursillos de Cristiandad?

«Los Cursillos de Cristiandad (el MCC) son un Movimiento de Iglesia que, mediante un método propio, posibilitan la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano, ayudan a descubrir y a realizar la vocación personal, y propician la creación de núcleos de cristianos que vayan fermentando de Evangelio los ambientes». (IFMCC, 75)

4. ¿Qué pasa durante el fin de semana?

No es fácil describir exactamente lo que pasa durante los tres días del Cursillo.

La primera razón de ello es que, si se quiere hablar del aspecto más importante del fin de semana, hay que mirarlo como una vivencia. Y una vivencia se transmite difícilmente con simples palabras.

Tomemos un ejemplo […] Para descubrir verdaderamente y admirar con fascinación la belleza de una vidriera, ¿no habrá que contemplarla desde el interior? ¿Cómo uno desde el exterior podría apreciarla, viendo sólo los vidrios empañados y las ranuras de plomo?

Así es el Cursillo; hablar de ello no es suficiente. Cuando se habla, se tiene la impresión de ir dejando de lado lo esencial.

La vivencia del Cursillo es tan profunda que es difícil explicar porque toca el misterio de Dios.

¿Quién podría predecir por cuál elemento del Cursillo la gracia hará su camino, cómo Dios tocará tal persona en lo que tiene de especial y único?

Finalmente, una tercera razón – menos profunda – que nos detiene a hablar de ello muy abiertamente, es que el fin de semana lleva en sí un cierto número de sorpresas agradables que es preferible no revelar para guardarle a esta vivencia toda su frescura y su dinamismo (su «impacto»).

5. ¿Habrá un seguimiento después del cursillo?

La pregunta es importante, pues es claro que si la finalidad del MCC es de llevar unos cristianos a ser signos del Evangelio en sus ambientes, esto no se hace en tres días. El fin de semana no es un fin en sí mismo, es sólo una etapa. Lo que cuenta más para el MCC, es lo que viene después del Cursillo, o sea el Poscursillo, es decir lo que los cursillistas llaman el cuarto día.

Durante los tres días del Cursillo, los candidatos, las candidatas descubren lo que hay de fundamental en el cristianismo (es la luz en su mente) y salen con el gusto de ir concretizándolo en su vida (es el fuego dentro de su corazón).

Sin embargo, cada día habrá que ahondar la invitación «Vengan y vean» y ya sabrán la forma de ayudarse mutuamente a realizar la misión: «Vayan, yo les envío».

También el MCC tiene su propio método para mantener la perseverancia en este afán, en este rumbo de santificación y de evangelización. Dos tipos de encuentros regulares, basados en la amistad, están previstos y propuestos a los cursillistas: la Reunión de Grupo y la Ultreya.

6. ¿Qué es la Reunión de Grupo?

La Reunión de Grupo es el encuentro de algunas personas amigas (de 3 a 6) que hacen su Cursillo y que se reúnen para intensificar su amistad, ayudarse a vivir el Evangelio y trabajar a que su ambiente sea más cristiano.

Estos grupos de amistad son el núcleo central del método del Cursillo. Desde los comienzos, los fundadores del MCC han visto ahí el medio de «formar unos núcleos de cristianos fermentos de Evangelio dentro de su ambiente».

La fuerza de las Reuniones de Grupos viene del hecho de que para el crecimiento del Reino, no hay nada mejor que de compartir la gracia de Dios entre amigos.

Se intercambia en forma de «trípode» ó sea haciendo referencia:

  • a su vida personal con el Señor (piedad)
  • a los medios escogidos para profundizar su fe y el estudio del medio ambiente (formación)
  • al resultado de las acciones ya tomadas y a la planificación de otras en vista de cambiar ciertas cosas que deberían ser más justas (evangelización).

7. ¿En qué consiste la Ultreya?

La palabra Ultreya, es una antigua palabra española que usaban los peregrinos de Compostela cuando se encontraban para saludarse y animarse a lo largo del camino. Esta palabra, probablemente derivada del latín ultra, significaba «¡Adelante!»

Los cursillistas utilizan esa palabra para designar un tipo de encuentro que tiene lugar después del Cursillo. Es la reunión de los cursillistas de una o algunas parroquias.

En donde convergen las Reuniones de Grupos y se hacen, la Ultreya contribuye a mantener el espíritu del MCC y a sensibilizar a sus miembros en la realidad de la Iglesia.

En un clima de amistad, se intercambia sobre lo vivido, sea a base del trípode (piedad, estudio, acción), sea a partir de un texto del Evangelio.

Ahí se escucha unos testimonios referentes a la vida interior y unas experiencias apostólicas. Este hecho de compartir lo vivencial llega a ser un «modelo» apostólico, un ejemplo práctico, un reto del Señor que parece invitarnos «Vayan y hagan igual».

Como «Ultreya,» lo indica, este encuentro (semanal usualmente) es un aliento para ir adelante. Es el mejor medio para alimentar la llama del Cursillo.

8. ¿Quién puede vivir un Cursillo?

El Cursillo se destina a todas las personas que desean armonizar su interioridad y autentificar su relación con Dios y con sus semejantes. Se dedica a toda persona equilibrada, madura, capaz de captar el mensaje evangélico y de comprometerse al servicio del prójimo.

Es abierto a las personas de toda clase social, hombre o mujer, persona casada ó soltera(que puedan recibir los sacramentos). Ha sido concebido particularmente para los laicos pero la invitación se hace igualmente a los sacerdotes y a los religiosos o religiosas.

Sin embargo, hay que saber. Que la experiencia del Cursillo no es recomendada a todos, en todas las circunstancias.

Por ejemplo, el fin de semana del Cursillo no es concebido para ayudar a resolver unos problemas de índole sicológica ó pasar a través de una prueba. El equipo responsable de un Cursillo no es especializado ni en asesoramiento ni en terapia de grupo. A los que están preocupados momentáneamente por un problema por solucionar ó que pasan a través de un periodo de inestabilidad emocional (por ejemplo, en seguida de una separación reciente), se sugiere fuertemente de postergar la participación al Cursillo. Sólo una vez que se estará en vía de recuperar la estabilidad emotiva, se podrá sacar un real provecho de esa experiencia.

Así mismo para los que enfrentan los problemas graves como el alcoholismo, la droga o la depresión. El Cursillo no sabría pretender ser una solución para las personas que están viviendo aquellas situaciones. Por este tipo de dificultades, hay organismos y tratamientos mucho más adaptados y mucho más eficaces.

Candidatos particularmente buscados

Si hemos hablado de los que pueden hacer su Cursillo, hay que pensar también en lo que deberían hacerlo […]

Enfocando en la fuerza del testimonio para cristianizar los ambientes, los fundadores del MCC dieron un cuidado especial a la búsqueda de personas claves en los diferentes ambientes que querían evangelizar. Las «Ideas fundamentales del MCC» recuerdan esta estrategia. Se precisa ahí que el candidato ideal para un Cursillo, es él o la […] que tiene cualidades de líder, que tiene influencia dentro de su ambiente, la persona cuyas opiniones cuentan, cuyas decisiones provocan cambios, cuyas actitudes arrastran, es la persona que rehúsa resignarse a una vida mediocre y que trabaja por construir un mundo más humano y más fraternal, […] la persona sociable, apta al trabajo de equipo, solidaria, generosa, preocupada de los demás y del mundo. ( Ver IFMCC, nos 221 a 226)

Buscando las cualidades naturales de líder, el MCC no es elitista por lo tanto. Es cierto que se debe contar antes que todo con la gracia por el advenimiento del Reino, pero esto no significa que se pudiera olvidar las influencias naturales […] Los cursillistas que apadrinan un candidato o una candidata están invitados por consiguiente a tener presente particularmente este gran objetivo de cristianización de los ambientes por medio de las personas que ya los influyen.

Como lo ha recordado a menudo Eduardo Bonnin, el principal fundador del MCC, esas cualidades pueden encontrarse en un «alejado de Dios y de la Iglesia»: él puede tener, en potencia, el calibre de un verdadero líder cristiano. Numerosos jóvenes, hoy, pueden entrar en esta categoría. Siendo un Movimiento de acción, el Cursillo contará siempre con la presencia dinámica de los nuevos convertidos y de los jóvenes. Sucede a menudo que son los más ardientes para comprometerse y para testimoniar del Reino, saliendo de un Cursillo […] como nuevos san Pablo.

Recordemos que la experiencia de los tres días no es un fin sino una etapa. Vivir un Cursillo es más que una inolvidable experiencia, ¡es el inicio de una vida nueva!.

9. ¿Cómo inscribirse para asistir al Cursillo?

La inscripción al Cursillo se hace por medio del «apadrinamiento», es decir por alguien que ya ha hecho su Cursillo y que se encarga de que el candidato llene su fórmula de inscripción.

NOTA. Si no conoce a ningún miembro del MCC susceptible de apadrinarle, comuníquese con nuestro Movimiento de Cursillos al 809-530-4346

10. ¿Cuál es el papel de los padrinos?

Los padrinos y madrinas son antes que todo, unos amigos de su candidato o candidata.

Su primer papel consiste en expresar esa amistad y hacerla crecer. Apadrinando, experimentan la dicha «de poder caminar con alguien» en una amistad verdadera y una sed auténtica de Cristo.

Antes del Cursillo, se encargan de que el formulario de inscripción sea llenado y entregado a los responsables. Preparan a sus candidatos, responden a sus preguntas y los ayudan a disfrutar plenamente de la experiencia que van a vivir. Procuran sobrellevar los impedimentos que pueden surgir respecto a su participación al fin de semana. (Por ejemplo, ver que los candidatos tengan los recursos económicos para pagar la cuota, organizar el transporte, ver al cuidado de los niños o de la casa).

Después del fin de semana, su amistad sigue manifestándose cada vez que una ocasión se presenta. Contribuyen particularmente a facilitar la integración de su candidato o candidata a la comunidad cursillista.

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